Somos lo que vemos por Alexis Ferrer

La imagen de una tendencia nos seduce desde la pasarela, tanto si la captamos como si la vemos en las redes sociales, cobran un protagonismo inédito.

De la moda y de las apuestas de los más grandes emergen también las propuestas en peluquería. Las podemos ver en vivo o en la red, a menudo amplificadas, e incorporarlas a nuestra vida; una vida en la que la moda y la imagen son un lenguaje más.

Martes por la noche. El equipo de Margiela se prepara para su desfile trabajando duramente los últimos detalles. Su director creativo, John Galliano, culmina una colección que intenta evocar ropa casual deportiva con composiciones espontáneas y elementos sorprendentes.

Su puesta en escena no dejará a nadie indiferente. ¡Empieza el show! Los vestidos antideslizantes sobresalen por debajo de hermosas chaquetas, los estampados de plumas pintadas a mano emergen tímidamente de los tejidos transparentes y los peinados de Eugene Souleiman coronan una colección exquisitamente futurista. Amarillos, azules, plateados, fucsias, verdes y dorados dan color a la superposición de piezas que componen la colección.

El espectáculo Maison Margiela Artisanal hizo reflexionar a los espectadores sobre la diferencia entre lo que ve el ojo humano y la alteración de lo que vemos en las redes sociales.

Antes de empezar el desfile, la organización pidió al público que encendieran sus cámaras fotográficas con flash para que capturasen sus propias imágenes de las telas refractantes, creando así un efecto prismático de alta tecnología mientras las modelos caminaban por la pasarela. «Congelar el glamur de lo accidental, para captar un momento mágico», lo describió de esta manera Galliano.

Nos esforzamos en crear y controlar una realidad expuesta al mundo sin prestar atención en vivir nuestra propia realidad. Incluso los desfiles están pensados y diseñados para que sean fácilmente aceptables en Instagram, más allá de su contenido.

Las pasarelas de esta temporada nos presentan las tendencias que debemos tener en cuenta a la hora de vestirnos y peinarnos. Porque la moda es un reflejo de los acontecimientos sociales, culturales y tecnológicos de nuestra sociedad. Pero ¿para quién nos vestimos y para qué? ¿Por nuestro verdadero yo, por las situaciones de la vida real y las personas con las que entramos en contacto? ¿O eso ahora importa menos que el yo que creamos para las redes sociales y la audiencia que encontramos allí?

Para las personas y sociedades en general, la ropa y los adornos corporales forman parte de comunicación no verbal para indicar su ocupación, categoría, género, disponibilidad sexual, clase, riqueza, etc.

La moda es otra forma de libertad de expresión. No solo abarca la ropa, sino también los accesorios, joyas, peinados, cosméticos, etc. Lo que usamos, cómo y cuándo lo usamos, proporciona a los demás una clara visión de cómo somos. La moda podría definirse como un lenguaje de signos, símbolos e iconografías que pueden suprimir la comunicación verbal completamente transmitiendo una información clara y directa sobre nosotros.

Con ella expresamos nuestra identidad individual. La moda es una manera de ser aceptado por los demás. Y, voluntariamente o involuntariamente, todos seguimos la moda.

A lo largo de esta temporada hemos visto las divertidas propuestas de Jeremy Scott y Erin Robertson que nos auguran una temporada llena de color. Todo un Holi Festival que teñirá nuestros cabellos evocando la felicidad, alegría, diversión y sobre todo libertad.

Una moda para los valientes, para los que les da igual ser diferentes, para los que les aburre ser como los demás. Para los que luchan por una diversidad cultural, el respeto mutuo, la alegría y la tolerancia. Para los que nos comunicamos con una sonrisa, para los que escuchamos música en colores y para los que nos inspiramos de la naturaleza: esta temporada celebraremos nuestra fiesta del color con Color Fresh Create.

The colors of feelings del director francés Thomas Blanchard nos invita a hacer un viaje sinestésico por su obra, donde los colores tienen sentimientos como la ira, el amor, la tristeza y la alegría. Blanchard mezcla los colores creando un universo en movimiento que te atrae hipnóticamente inspirando a diseñadores para hacer sus campañas publicitarias. Todo un genio de la fusión del color.

Y como dijo Chillida, “no hay color sin forma, ni forma sin color”. En los cortes volveremos a desfilar, marcando flequillo y quitando la sensación de cabello recto o melena cuadrada.

Al mismo tiempo reduciremos el grosor, aportando más movimiento al cabello con un corte degradado para todas las longitudes: cortos, medias melenas o cabello largo. Y para las más arriesgadas seguiremos con el Pixie o Bob Chop, utilizando líneas rotas creando efectos de imperfección y de despeinado dándole un toque más juvenil al look final, realzando la belleza personal con técnicas de couturing.

Paris Fashin Weeko 2018. Jueves por la noche. La semana de la moda acaba de terminar. Y con ella se habrán bajado muchísimas fotografías y videos en las redes sociales.

Looks conceptuales, comerciales, street style y un sin fin de propuestas maravillosas que nos inspirarán para la próxima temporada. Los diseñadores volverán a sus talleres para empezar a crear sus próximas colecciones, Pat McGrath seguirá sorprendiéndonos con sus maravillosos maquillajes, y nuestros gurús de la peluquería seguirán trabajando duro para inspirarnos y para que nosotros, los peluqueros, podamos estar orgullosos de ser peluqueros. Gracias Eugene Souleiman, Julien D’ys y Guido Palau.

Información: Alexis Ferrer

Revista Tocado – Edición Verano 2018