LUCIANO CAÑETE, LOS VALORES SON SIEMPRE REVOLUCIONARIOS

Luciano Cañete dirige Corta Cabeza, un proyecto vivo y dinámico que cree en la peluquería como un valor transformador a través del cabello, de la personalidad e incluso la sociedad. Desde sus salones, él y su equipo, reivindican el salón como un espacio en el que crear una comunidad solidaria de personas que se enriquecen mutuamente. Este espacio se alimenta de pasión, oficio y también mucho conocimiento. En esta entrevista nos describe cuál es su visión de una profesión que en su caso se confunde con la vida.

¿Qué es Corta Cabeza?

Corta Cabeza es un espacio dedicado a la peluquería donde el cliente es el número uno y donde prima la formación y motivación del equipo para que los miembros de éste se incorporen a la estructura empresarial de Corta Cabeza, hasta el punto de poder tener en un futuro un salón con nosotros.

Tu relación con la peluquería ha tenido al inicio de tu carrera sus más y sus menos, ¿qué fue lo que te enganchó definitivamente?

Siempre estuve enganchado, lo que pasa es que tuve mis épocas de crisis, como en cualquier trabajo, hasta el punto de cambiarme de país para cambiar de oficio y fue allí, en Londres, donde caí rendido de nuevo a la peluquería. Me encantó su manera de trabajar y adapté ese sistema al modelo de peluquería que yo quería.

¿Qué es para ti la peluquería? ¿Qué debe tener un buen peluquero?

Bueno, para mí la peluquería lo es todo. No es solo cortar el pelo, no es solo un oficio. Incluso cuando me jubile, estoy seguro que seguiré conectado con el cabello, forma parte de mi forma de ser, es como ser alto o bajo, moreno o rubio. Yo soy peluquero hasta que me muera. Un peluquero ha tener don de gentes, puede ser un buen psicólogo, también manejar equipos, tener la fidelidad de los clientes. No solo es necesario cortar bien el cabello. Según lo bueno que seas en un campo o en otro, te podrás dedicar a la profesión desde ámbitos distintos.

¿Qué te ha aportado a nivel profesional y personal tu experiencia internacional?

Pues como dije antes me ha dado una visión diferente o, al menos, multidisciplinar de lo que es la peluquería, también me ha llevado a conocer mundo, a enseñar mi oficio a personas en riesgo de exclusión… La visión internacional de la peluquería me ha dado perspectivas de mi oficio que nunca hubiera imaginado.

Sois además formadores y estudiantes continuos, ¿qué buscas en cada formación?

Buena pregunta. Busco descubrir y explorar todos los huecos de conocimiento que la profesión me pueda ofrecer y hay tantos como personas que se dedican a ello. De repente, en un curso que crees que no te va a aportar casi nada descubres que la forma de trabajar de fulanito o menganito te suma conocimientos que habías pasado por alto. Nadie lo sabe todo y así es como se fragua el conocimiento. Así y también con la experiencia.

Afirmas que vuestro concepto de peluquería es inglés adaptado al estilo mediterráneo, ¿qué tiene cada una de estas dos peluquerías y cómo has adaptado la fórmula hasta crear algo nuevo?

El modelo británico es muy metódico tanto en corte como en color y además la mayoría de las peluquerías inglesas tienen un sistema muy libre en cuanto a normas laborales, pero muy profesional.Además, los peluqueros están muy bien considerados y dignifican su profesión, y eso me encanta. En el estilo mediterráneo el cabello cambia (tenemos mucho más cabello y hay que adaptar la técnica) y el carácter cambia, no podemos menospreciar lo nuestro, que es muy bueno, debemos coger lo mejor de los dos modelos y fusionarlos. ¿El resultado? Una peluquería adaptada al cabello mediterráneo con la técnica de corte inglesa, pero guiada además por más herramientas que las que usan los británicos. Lo mismo ocurrirá con el color. Debemos adaptarlo a nuestras texturas, a nuestros colores y saber dónde están los límites a la hora de aclarar un cabello. Una cosa está clara: el cabello mediterráneo es de una calidad excelente. En mi opinión, de los mejores del mundo.

Este país no ayuda a emprender y menos con fórmulas tan arriesgadas como Corta Cabeza. Sin embargo, contáis con cinco salones, mirando con perspectiva ¿cuál ha sido la fórmula de vuestro éxito?

El éxito no tiene fórmula. La fórmula que hoy te funciona, mañana puede dejar de hacerlo. Tampoco me gusta pensar en la palabra éxito. Me resulta un poco pretenciosa y embriagadora. Soy castellano y austero y prefiero hablar con cautela. Digamos que nos va medianamente bien hoy y que no hay que bajar la guardia. Esto lo hemos conseguido ofreciendo una experiencia distinta al cliente, haciendo que éste se sienta importante. También hemos invertido mucho en la formación de nuestros equipos, en su motivación y en darle a las personas que trabajan con nosotros la misma importancia que a nuestros socios. En Corta Cabeza nadie es más que nadie. También ha sido importante trabajar con marcas como Wella o Sebastian, que te proporcionan productos de última generación y con una calidad que garantiza el mejor resultado. En definitiva: humanidad-conocimiento-experiencia.

En cuanto a las ayudas, en este país nunca hay ayudas, yo nunca he recibido ninguna. Es vergonzosa la situación en la que estamos los autónomos. Para recibir las pocas ayudas que hay, tienes que cumplir un montón de requisitos, y ya lo tienen estudiado para que siempre te falte alguno. Por no mencionar el tema del IVA. Desde que nos han subido del 8% al 21% nuestros beneficios se han visto muy menguados, ya que los precios, teniendo en cuenta los sueldos medios, no se han podido subir.

Sois también un equipo de personas muy comprometidas socialmente, ¿con qué acciones intentáis ayudar? ¿Por qué habéis escogido estas causas?

Pensamos que el ejemplo se da desde casa, no es necesario ir al tercer mundo para encontrarnos personas en riesgo de exclusión social. Basta con salir a la puerta de casa y ver en qué situación están muchas personas. Por eso siempre hemos querido reclutar en nuestros equipos a personas que no lo han tenido fácil, como jóvenes en riesgo de exclusión, refugiados etc. Hemos colaborado con diferentes asociaciones como Eddy, Opcion3, Mujerespor África, contratando a personas de dichas fundaciones. Pero por el colectivo que más estamos luchado es por el de las personas transexuales. Siempre hemos tratado de integrar personas trans en nuestros equipos. Hemos colaborado con la Fundación 26 de diciembre en el proyecto Ámbar, dando formación a 10 chicas y chicos trans en nuestros salones y, después de ello, también hemos contratado a algunos. Pero nuestro proyecto más ambicioso es “Peinando vidas”, el creado por Corta Cabeza de la mano de Dani Zúñiga y Luciano Cañete (un servidor), junto con Voluntarios por Madrid (del Ayuntamiento) y patrocinado por Wella. En “Peinando vidas” formamos durante 10 semanas a 10 chicas trans en régimen de refugiadas políticas que han tenido que dejar sus países, perseguidas. Cada semana, peluqueros de toda España han venido voluntariamente a darles formación. El fin de todo ello es la contratación y la inserción laboral.

¿Qué es lo que más os piden en el salón? ¿Cómo detectáis lo que cada cliente necesita?

El trabajo estrella es el balayage y la decoloración, pero nos piden todo tipo de trabajos. Las necesidades del cliente las averiguamos siempre gracias a una consulta previa antes de realizar el trabajo y tras un asesoramiento y posterior consenso por ambas partes. Hay que tener muy claro sobre todo qué es lo que un cliente no quiere.

¿Qué crees que es necesario reivindicar profesionalmente?

No sabría por dónde empezar. Desde luego que una bajada de impuestos para que todo el mundo pueda tener un sueldo digno en el sector, también tener un mayor acceso a la formación y, en resumidas cuentas, hacer de la peluquería una profesión más digna, si cabe.

¿Cómo gestáis y desarrolláis las colecciones?

Tenemos un equipo creativo, CCCT (Corta Cabeza Creative Team), nos reunimos una vez por semana para crear las colecciones. Seguimos todos los pasos necesarios, inspiración, moodboard, brainstorming, y posterior desarrollo y puesta en común para terminar con el lanzamiento definitivo y posicionamiento en prensa de peluquería, y prensa de belleza y moda, y en redes sociales.

¿Cómo ves el futuro de la peluquería en nuestro país?

La verdad es que veo un futuro muy prometedor, con gente muy potente, grandes creadores de técnicas y de contenido, además, gracias a las redes sociales la gente sabe mucho más de peluquería, de tendencias, de productos, de tratamientos. Los clientes se preocupan cada vez más por su imagen y están dispuestos en invertir en ella, lo cual nos lleva a ocupar un lugar importante en el mercado.

Si tuvieras que definir a tu equipo, ¿cómo lo harías?

Un equipo comprometido socialmente, diverso y ecléctico, con la mejor formación. Un equipo muy Corta Cabeza, para mí y sin que suene pretencioso, el mejor equipo que hay, ¿conoces alguno mejor?