DESRIZADOS Y DEMÁS TRATAMIENTOS ALISADORES, ¿CUÁL ES LA DIFERENCIA?

Vamos a ver cómo explicar todo esto, porque no sé vosotros, pero yo menudo lio he tenido con todo este tema.

Si nos remontamos a los inicios de los desrizados propiamente dichos, quién no recuerda la “permanente lisa”, las cremas alisadoras solo utilizando un peine o en las que también podíamos utilizar unas placas de plástico para dar la forma. Como última y más revolucionaria novedad, apareció el desrizado japonés, pero tenía un problema, era muy técnico y como no hicieses un diagnóstico adecuado podías sensibilizar mucho el cabello o no conseguir el resultado deseado.

De todo esto ya hace algún tiempo, ahora han cambiado bastante y, ¿por qué? ¿dónde está la revolución y evolución en este servicio?

Pues la respuesta no es otra que en la composición del producto, sus ingredientes principales y el sistema de trabajo para obtener el resultado deseado.

Hay que tener claro qué nos traemos entre manos a la hora de elegir qué ofrecer a nuestros clientes. El mercado está copado de productos milagro, de cada uno dicen mejor que el anterior, nuestros comerciales nos lo ofrecen como algo único, revolucionario y resulta que al final todos se parecen.

Repasemos un poquito las diferentes composiciones:

• Tioglicolato de amonio: usado en las cremas alisadoras convencionales. Es el encargado de romper los puentes cistínicos. Si a esta composición le añadimos una gran concentración de sodio, se encargará de proporcionar peso y ya tenemos el producto para el desrizado japonés.
• Formol: este compuesto químico es altamente volátil e inflamable. Rompe el 100 % de los puentes cistínicos, con lo que altera completamente la forma. Este producto es tóxico cuando se evapora, pero se considera tóxico siempre que supere una concentración de más del 0,2% en su composición.
• Carbocisteína: es aminoácido de origen orgánico y el encargado de romper los puentes de disulfuro propios de la queratina de nuestro cabello. Mayoritariamente es utilizado en alisados brasileños, pero en 90 % de los casos varía el color. Actúa a nivel de puentes cistínicos, aunque solo los alterna y no los llega romper al 100%. Hay quien lo considera un formol encapsulado.
• Glyoxilico: son los alisados de última generación, también es de origen orgánico, pero a diferencia de la carbocisteína no rompe puentes de disulfuro, solo los modula. Este producto estira el puente para modularlo y consigue que se desmaye de manera natural, se va con los lavados. El éxito de éste está en la cantidad de nutrientes que se compensan con el ácido glyoxilico. Hay quien lo consideraría formol disfrazado.
• Biopolimerización o requeratinización iónica: tratamiento de colágeno y queratina. No rompe los puentes de azufre o disulfuro. No lleva derivados del formol. No plastifica ni ahoga el cabello. Rehace la estructura del cabello con las proteínas del mismo. Capacidad alisante del 100% funcionando a través de la unión de la proteína interna del cabello. Tienen efecto memoria, sirve para todo tipo de cabellos y es versátil ya que según si utilizas un protocolo u otro puedes obtener varios resultados. Lo consideran el alisado 100% natural.

Algunos de los anteriores son termoactivos, activándose sus beneficios a través calor. Actualmente son los más utilizados porque no hacen humo. Son menos nocivos, para el cabello, para el profesional y cliente. Se eliminan al 100% y el cabello vuelve a su estado original.

Son seguros y aunque siempre hay preguntar al cliente por su histórico del cabello, nos dejan trabajar con mayor tranquilidad por si se nos escapa algo.

Añadido a esto tendríamos algunas variantes posibles que serían lo que marca la diferencia entre las diferentes marcas.

• Enzimas, enzimoterapia o taninoplastia: el principio activo suelen ser los ácidos tánicos, ingredientes vegetales encontrados en la piel de uva machacada y en cortezas de árboles tales como el robe o el castaño. Es un polifenol vegetal que abre la cutícula para que penetre más rápido a través del calor y que alise. Sensación de relleno y grosor. La taninoplastia es más diversa y tiene una amplia carta de servicios, es más que un tratamiento, porque alisa y reconstruye.
• Ácido hialurónico: por sí solo no alisa, pero es la suma de otros nutrientes lo que hace que tenga un buen resultado. El ácido hialurónico retiene l0 veces su peso molecular en agua.
• Aminocomplex: es un conjunto de aminoácidos, mezcla de ácidos vegetales provenientes de plantas, 100% veganos, añade bondades al cabello como nutrición, sedosidad y resistencia, volviéndolos más manejables.

Podríamos decir que también la diferencia entre los resultados finales serán los nutrientes activos, casi todos provenientes del Amazonas, ya que proporcionan valores nutricionales muy elevados para el cabello. Si nombramos algunos serían el cupuaçu y la semilla de patagua que retine hasta 100 veces su peso en agua.

Algunas de las queratinas supuestamente orgánicas que realmente no llevan derivados del formol tienen composiciones mayoritariamente compuestas de siliconas más ligeras y no llegan a alisar al 100%.

¿Cuándo me lo puedo repetir?

Normalmente podrás repetir el tratamiento pasados 3 o 4 meses.

¿Cómo lo cuido en casa?

El mantenimiento de estos tratamientos suele ser sencillo, todas las marcas suelen tener su tratamiento de continuación domiciliaria asegurando el resultado óptimo y la duración del mismo. Pero si aun así no quieres comprarlo para casa, aunque no lo recomiendo, asegúrate que utilizas un champú libre de sales para que no arrastre el producto. Luego aplícate un tratamiento para hidratar el cabello y, como siempre, utiliza un protector del cabello antes de secarlo.

Hay un producto a base de fibras vegetales que me encanta y puedo ofrecer a mis clientes que no quieren hacerse ningún tipo de tratamiento para alisar o controlar el antiencrespamiento, pero si les gustaría poder controlarlo un poco más. Consigue un efecto alisante progresivo del cabello después de 3 aplicaciones y se elimina 100% después de 6 ciclos de lavado completos.

Información:
Marta Cid
Wapa´m
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